Liderazgo Autoritario: Ventajas y Desventajas

El liderazgo es un elemento fundamental para el éxito de cualquier equipo u organización. La forma en que un líder dirige, motiva e interactúa con los miembros del equipo puede marcar la diferencia entre alcanzar los objetivos propuestos o quedarse corto en el intento. Estas, entre otras muchas, son algunas de las cuestiones que pueden surgir a cualquier jefe, encargado, responsable de área o dueño de negocio. Pero ¿qué es liderar? ¿hay diferencia entre líder y jefe?

Para comenzar, hablemos de las diferencias entre un líder y un jefe como términos. Un jefe es aquella persona que tiene un puesto de responsabilidad en una empresa. Un líder, sin embargo, es quien dirige de manera efectiva. El liderazgo, a diferencia de la jefatura, no solo viene determinado por estar a la cabeza.

Se define por la actitud que tomamos y la influencia que ejercemos en nuestros colaboradores. Consecuentemente, estos dos conceptos deberían ir de la mano. Sin duda, un buen jefe debe ser un buen líder. Tiene que saber tomar decisiones adecuadas con estrategias beneficiosas para la prosperidad de la empresa.

Aunque hoy me centraré especialmente en el liderazgo autoritario y en el liderazgo democrático, empecemos por recordar que, según el autor que leamos, encontraremos descritos diversos tipos de liderazgo empresarial. Una de las clasificaciones más extendidas es la elaborada por Daniel Goleman. El psicólogo, periodista y escritor norteamericano, en su libro “Leadership: the Power of Emotional Intelligence”, traducido al castellano como “Liderazgo, el poder de la inteligencia emocional”, reflexiona sobre sus hallazgos en relación con el concepto de liderazgo. A grandes rasgos, el líder autoritario demanda cumplimiento inmediato de las tareas, sin más explicaciones. Mientras, el líder democrático escucha a su equipo antes de tomar una decisión.

Por otra parte, el líder visionario moviliza al equipo hacia un objetivo, pero sin dar instrucciones de cómo llegar a él. Por otro lado, el líder afiliativo busca conseguir sus objetivos a través de la implicación emocional y el sentimiento de pertenencia de sus colaboradores. El líder ejemplar, por el contrario, es aquel que marca la pauta, que busca ejemplificar la excelencia para que el resto del equipo actúe de igual modo. Por último, el líder coach se centra más en el desarrollo personal que en las tareas concretas.

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¿Qué es el Liderazgo Autoritario?

Cuando pensamos en un líder autoritario, la primera imagen que puede que nos venga a la mente tal vez sea la de un jefe que da órdenes de manera coercitiva. Una persona que utiliza un tono de voz elevado para dirigirse a su equipo. Sin embargo, este estilo autoritario no debería ir unido a una actitud que pueda implicar el no tratar con respeto a cualquier miembro del equipo. Realmente, la persona que ejerce un liderazgo autoritario es aquella que ordena lo que tenemos que hacer. Da instrucciones claras y concretas para que su equipo las ejecute. Tiene tendencia a dar feedbacks negativos, correctores.

Lo cierto es que, como comentábamos, en muchas ocasiones el estilo autoritario es un estilo que ha estado mal usado. Cuando las tareas a realizar son claras y simples, es una buena opción ya que facilita el tomar decisiones rápidamente. Otro tipo de situaciones en las que es necesario y positivo este tipo de liderazgo es en momentos de crisis, emergencias o cambios.

Cuando estamos sumergidos en una emergencia, muchas veces es importante que alguien se ponga al mando con este tipo de liderazgo. Imaginemos un barco que se está hundiendo, tenemos que tomar medidas, no hay tiempo para más. En determinados casos, el equipo al que nos dirigimos no tiene suficientes conocimientos de la materia y/o de todas las implicaciones que podrían tener las decisiones tomadas. Ejercer ahí otro tipo de liderazgo puede ser negligente.

En general, no es recomendable este tipo de liderazgo cuando nuestros colaboradores saben lo que tienen que hacer. Personas motivadas y capaces con las que será contraproducente utilizar este autoritarismo. Por último, cuando estamos enfadados es cuando es más importante no utilizar este estilo. De hecho, en los momentos en que nos encontramos en ese estado emocional debo pausarme.

Características del Liderazgo Autocrático

  • Poder centralizado: El líder autocrático concentra toda la autoridad y responsabilidad en sus manos.
  • Comunicación de arriba a abajo: La comunicación en un entorno de liderazgo autocrático es principalmente descendente.
  • Nula participación del equipo: Los empleados tienen poca o ninguna participación en el proceso de toma de decisiones.
  • Supervisión constante: Los líderes autocráticos supervisan de cerca el trabajo de sus subordinados para asegurarse de que se sigan las directrices exactas.
  • Orden y disciplina: En este tipo de liderazgo, se pone un énfasis significativo en la disciplina y el orden.

Ventajas del Liderazgo Autoritario

  • Rápida toma de decisiones: Debido a la falta de consultas y debates, las decisiones se toman de manera rápida y eficiente.
  • Control total sobre el proceso.

Desventajas del Liderazgo Autoritario

  • Sesgos en la realidad.
  • Baja motivación: La motivación del equipo pasa a un segundo plano.
  • Bajo sentimiento de pertenencia.
  • Baja autoestima: La autoestima de los colaboradores se ve mermada al no ser valorados en ningún punto de la toma de decisiones.
  • Bajo compromiso.
  • Destrucción de la creatividad e innovación.
  • Baja moral en los empleados: A largo plazo, este estilo de liderazgo puede llevar a una disminución de la creatividad entre los empleados. Su participación y contribución no son reconocidas provocando una baja moralidad que puede afectar al rendimiento.

Además, su uso debe de ser temporal, virando a otros estilos de liderazgo cuando la situación crítica se ha estabilizado.

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¿Cuándo es Recomendable el Liderazgo Autoritario?

En liderazgo situacional es recomendable el uso individual del estilo de liderazgo autocrático en colaboradores que tienen un bajo grado de madurez y bajo desempeño provocado por falta de experiencia, ya sea por un cambio de puesto de trabajo, por una nueva incorporación a la compañía o por un cambio radical de la situación del mercado.

Ambientes y departamentos donde los trabajos son monótonos y repetitivos permitiendo que los colaboradores se enfoquen en las tareas a realizar no preocupándose de las decisiones a tomar. Es altamente recomendable en puestos de trabajo con una alta rotación donde el trabajador tiene que cumplir un determinado objetivo en un periodo corto de tiempo.

Características de un Líder Autoritario Exitoso

  • Alta autoestima.
  • Mucha experiencia y conocimientos en el área que lidera.
  • Tolerancia a la presión.
  • Asertividad.
  • Resolutivo.

Debe de tener una alta disposición y habilidad para tomar decisiones acertadas basadas en el análisis de la situación asumiendo con alto grado de responsabilidad y madurez los riesgo y la incertidumbre.

El Liderazgo Democrático

Cuando pensamos en democracia, a menudo pensamos en votar, pero practicar este estilo no es tanto votar como participar. Un responsable que ejerce un estilo democrático, cuando tiene que tomar una decisión, consulta a las personas de su equipo que realmente saben. Ejerciendo un liderazgo de estilo democrático, al final, el responsable debe tomar igualmente decisiones, pero las toma después de que todos hayan sido escuchados y tenidos en cuenta.

El liderazgo democrático es un estilo que resulta beneficioso en muchas circunstancias. Sin embargo, no podemos perder de vista que hay otras en las que es contraproducente. Cuando las personas son escuchadas y las tenemos en cuenta a la hora de tomar una decisión, es más probable que entiendan la decisión que se ha tomado. Por otro lado, hay muchas ocasiones, en las que la contribución del equipo es clave para tomar mejores decisiones.

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Colaboradores que conocen las cuestiones a tener en cuenta y cuya experiencia y trabajo sobre el tema pueden ser fundamentales. Si estamos hablando de un equipo de profesionales con experiencia y maestría en la materia, y que además conocen y entienden los objetivos de la empresa, este tipo de liderazgo suele ser muy productivo. Otra situación en la que es fundamental este tipo de liderazgo es cuando el equipo, un grupo técnico por ejemplo, tiene más conocimientos sobre un campo en concreto que el propio líder.

En las crisis. En momentos de crisis no es operativo utilizar este tipo de liderazgo. En estos casos es probable que no tengamos espacio de tiempo suficiente para debatir sobre las posibles vías u opciones que tenemos. Es importante saber cuando las personas a las que nos dirigimos no tienen los conocimientos necesarios para poder evaluar las decisiones. Si los miembros del equipo desconocen la visión global probablemente no tienen el contexto ni la noción de las repercusiones que pueden tener sus decisiones.

Por otra parte, no debemos utilizar este estilo para evitar tomar una decisión o no querer asumir la responsabilidad de esta. Por último, tratar de dar una imagen democrática sin aplicarla de verdad sería también un error. Debemos hacer una escucha activa cuando nuestros colaboradores, con conocimientos sobre la materia, nos den su visión.

Dependiendo de las circunstancias, un buen líder se da cuenta del estilo de liderazgo que debe utilizar. Cada uno tiene sus herramientas y sus enfoques para tratar de conseguir los diversos objetivos que podamos tener. Hay que tener en cuenta que la motivación de las personas se ve influenciada muy altamente por como se lidera. No solo el dueño, también todos los mandos intermedios.

Reflexiona sobre qué técnicas utilizas. Si te has planteado hacer un curso de liderazgo y gestión de equipos o quieres saber más sobre los estilos de liderazgo, saber cómo lideras tú o guiar para liderar mejor a alguien de tu equipo, no dudes en consultarme.

Otros Tipos de Liderazgo

Existen 4 tipos de liderazgo que se basan en la cantidad de dirección y/o de apoyo que ofrecen los líderes al equipo, considerando su grado de madurez. No existe uno ideal para todos los casos, sino que depende de cada situación.

  1. Dirección: para los que recién se incorporan, que necesitan pautas claras o que tienen poca experiencia e iniciativa. Se basa en:
    • Brindar instrucciones detalladas de las tareas.
    • Marcar objetivos concretos.
    • Supervisar los avances.
  2. Persuasión: para el que a pesar de conocer poco los procedimientos, muestra motivación e iniciativa. Se basa en:
    • Convencer al colaborador de sus fortalezas y capacidades.
    • Considerar sus opiniones y propuestas.
    • Mantener la formación en su plan de desarrollo.
  3. Participación: para el personal motivado y capaz de asumir responsabilidades. Se basa en:
    • Implicar al colaborador en la toma de decisiones.
    • Dar feedback positivo y mostrar confianza.
    • Proponer acciones y tareas.
  4. Delegación: para aquellas personas con talento, experiencia, capacidad y motivación. Se basa en:
    • Ceder la toma de decisiones.
    • Mostrar confianza.

Los estilos de liderazgo hacen a la forma de ser del líder, quien no necesariamente es 100% de uno u otro estilo, sino que podría combinar características de varios de ellos. Los autoritarios (también llamados autocráticos) son aquellos líderes que tienen dominio y control sobre sus pares. Este es un estilo especialmente favorable en situaciones en las que la organización y los equipos necesitan tener claro el camino que se va a seguir, como en una crisis.

Por el alto grado de participación que fomenta en las personas, implica confianza, respeto y compromiso. Es un buen estilo para definir el rumbo y considerar la opinión de expertos. Puede conllevar a reuniones largas y a la dificultad en obtener el consenso. No tiene sentido cuando el equipo carece de experiencia.

Los líderes democráticos reciben con los brazos abiertos las opiniones de todos e incentivan la colaboración. Deriva en contribuciones de mayor calidad. Alimenta la creatividad, y los integrantes de cada grupo se sienten comprometidos y participan. Promueve la motivación hacia el objetivo final. Resulta en una menor productividad del equipo en comparación con el liderazgo autoritario. Necesita de todos los miembros del equipo para trabajar de manera colaborativa. Fomenta que las personas tengan claridad hacia lo que se espera de ellas.

Funciona muy bien cuando los miembros del equipo están receptivos y abiertos al desarrollo de sus aspectos de mejora. Si las personas se resisten al cambio en sus acciones, es un liderazgo complejo de instaurar.

Los liderazgos al estilo “coaching” resultan convenientes cuando el líder es creativo, tiene buena predisposición para colaborar y puede brindar opiniones concretas. Requiere de mucha paciencia y tiempo. Funciona si los demás están abiertos a recibir este tipo de liderazgo. Dependen mucho de las relaciones (puede ofrecer resistencias si no hay química en el equipo).

Estilo útil para los procesos de gestión del talento y para procesos rápidos de integración e inclusión en una organización. Se enfoca en el desarrollo del potencial de las personas.

Un líder mentor es un ejemplo de gran productividad, rendimiento y calidad. Buen estilo de liderazgo para entornos formados por expertos. Fomenta la autogestión del equipo. Si el equipo no es maduro para asumir su propia autogestión, será un estilo que generará muchos problemas.

Estos líderes ofrecen muy poca orientación al grupo y otorgan total libertad a los miembros del equipo para tomar decisiones.

Para elegir entre los modelos de liderazgo, pregúntate lo siguiente: ¿con cuál has sentido una mayor identificación? o ¿cuál usarías sin pensarlo demasiado?

El liderazgo es una de las habilidades más valiosas en cualquier entorno organizacional. Se trata de la capacidad de influir positivamente en las personas, guiarlas hacia objetivos comunes y generar un impacto duradero en el equipo. Para algunas personas, liderar parece una habilidad natural. Para otras, es algo que se construye con el tiempo, la práctica y la experiencia.

La realidad es que no existe un liderazgo universalmente perfecto. Una parte esencial del liderazgo actual es cuidar la salud mental, emocional y física del equipo.

Como hemos comentado, en el liderazgo autocrático el líder controla todas las actividades y decisiones de la empresa con un poder absoluto. Este poder lo ejerce, sin considerar las sugerencias y opiniones de sus subordinados, de manera autoritaria. Visto de esta manera puede dar la sensación de un tipo de liderazgo anticuado y que hoy quizás no tendría cabida en nuestra sociedad. Sin embargo, esto no es así, pues aún existen determinadas situaciones en los que común. El liderazgo Autocrático se da en situaciones donde se necesita una toma de decisiones rápida y en ambientes que requieren un alto grado de control y precisión.

El liderazgo autocrático está centrado en la figura del líder, teniendo poderes totales en la toma de decisiones. Lo normal es que este estilo de liderazgo no sea el más conveniente para la empresa por la falta de motivación a los empleados y por ser contraproducente en entornos creativos.

En Serlog, ayudamos a las empresas a desarrollar un liderazgo orientado al éxito, adaptando sus estrategias a los retos del entorno empresarial actual. Por lo tanto, a la hora de decidir estilos de liderazgo en empresas no hay mejor manera de prepáralos que adaptándolos al ambiente laboral en concreto. En la gestión de talento no suele ser habitual encontrarse con recetas o fórmulas que sirvan para todos las organizaciones y equipos por igual.

De esta manera, la cultura de empresa, el cómo sean los equipos o incluso los objetivos a conseguir marcarán la diferencia entre un tipo de liderazgo y otro. El estilo liderazgo óptimo no será igual para todo. Debemos dejar claro que la diversificación de líderes que existe no pretende dividirlos entre mejores y peores. Según el tipo de equipo y personal que tengamos, podremos escoger entre estilos de liderazgo para empresas y aplicar el que mejor convenga.

Esta tipología corresponde a líderes con un dominio claro sobre sus equipos. Por otra parte, al conocer gran parte de los aspectos de un proyecto, es él o ella quien irá incluyendo a miembros de fuera del equipo en ciertos procesos. Este estilo de liderazgo establece reglas y procedimientos.

En este estilo de liderazgo, los equipos tienen un rango de acción muy amplio y se les delega las tareas y responsabilidades. La distribución de tareas también está en manos de los empleados, por lo que las personas responsables solo intervienen en caso de que sucedan problemas graves.

Algunas personas tienen una habilidad natural para inspirar y motivar a sus trabajadores. En su mayoría, líderes carismáticos que son modelos a seguir y que pueden transmitir ideas y visiones de una manera convincente y persuasiva.

En este tipo de liderazgo, responsables y contribuidores trabajan de la mano. Dentro de este estilo, se permite a líderes de equipo de delegar áreas y, sobre todo, tienen la función de motivar a su personal. Suele aparecer cuando un proyecto necesita un cambio o bien una reorientación de sus objetivos o manera de trabajar.

Esto podría entorpecer o ralentizar el proceso de producción, porque este estilo funciona gracias a la confianza ciega que se deposita en la parte responsable del proyecto.

Se considera a los tipos de liderazgo «transformacional» cuando la influencia de líderez sobre su entorno (ya sean colegas, subordinados o superiores), es suficientemente poderosa para lograr un gran impacto en la forma en la que se ejecutan ciertos procesos. Esta influencia es siempre positiva y está ligada con la idea de «mejora continua».

Al igual que cada estilo de liderazgo se adapta a un tipo de trabajador o equipo, conseguiremos uno u otros resultados según el que escojamos. Por otra parte, también existen estilos de liderazgo que centralizan los poderes y la toma de decisiones, pero que no fomentan la creatividad o el sentido de pertenencia de los trabajadores.

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