El liderazgo y las relaciones interpersonales en el entorno laboral siempre han sido importantes. Actualmente, dada la incertidumbre y la transformación continua que están viviendo las organizaciones, han cobrado una especial relevancia. Las compañías se enfrentan a retos complicados: adaptabilidad ante los cambios constantes en los mercados, competitividad extrema, crisis y recesión en muchos países, transformación tecnológica, cambio climático y responsabilidad social.
Esto hace que los líderes, aquellas personas involucradas en la toma de decisiones, en el diseño de estrategias a cualquier nivel, en la gestión de los equipos, tengan que gestionar situaciones complejas y desconocidas, donde su actuación va a resultar clave para toda la organización. Esa actuación va a repercutir claramente en la forma de hacer las cosas, en los procedimientos de trabajo, en la filosofía de actuación, y en la forma en la que los equipos se van a enfrentar a los retos y objetivos que se han de conseguir.
Aquí llegamos a un punto clave: los líderes y su actuación influyen directamente en la percepción que cada colaborador tiene de su trabajo. Y esa percepción define una parte importante de su Experiencia como Empleado (EX).
La Importancia de la Experiencia del Empleado (EX)
Muchas organizaciones creen que la EX se fomenta con medidas “marketinianas” de frutas en la oficina, clases de yoga, packs de bienvenida en el onboarding, una cesta de desayuno en el cumpleaños del colaborador… Vale, eso son dulces que no amargan a nadie y es verdad que crean una buena imagen de la organización y de su interés por las Personas que trabajan en ella, pero ni de lejos acometen de raíz las verdaderas necesidades del empleado.
La EX puede tener todas las florituras que quiera, pero primero debe atender a los pilares importantes de la Gestión de Personas en una Organización. Su objetivo principal es que la percepción que éstas tienen de su situación en la Compañía sea positiva, es decir, deben ir contentos a trabajar, o al menos cómodos, sin que les empiece a doler el estómago un domingo por la tarde. Hay que desarrollar una escucha activa, ver sus necesidades y acometer acciones y planes adaptados a las mismas.
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En cada empresa y con cada colectivo surgirán diferentes temas, pero hay varios que siempre salen en ese mapa de necesidades: retribución, formación, desarrollo de carrera… y, especialmente, que los “jefes” sean buenos y sepan guiar, acompañar y llevar a los equipos a la consecución de resultados de manera coherente, constructiva, desarrolladora…,¡casi nada!.
No nos engañemos, cuando preguntas a la gente qué tal se encuentra en su trabajo, gran parte de esa respuesta viene condicionada por las características del manager con el que está trabajando. Cuando ese manager te hace sentir, cómodo, te reta, te acompaña, te da feedback constructivo y continuo, escucha tus necesidades, te permite aportar y participar, te ofrece confianza ante los problemas, etc….eso impacta directamente en tu forma de percibir tu realidad laboral, por complicados que sean los retos y situaciones a los que debas enfrentarte, el entorno de tu mercado o sector, o incluso el entorno macroeconómico mundial.
Modelos de Liderazgo para Mejorar la Experiencia del Empleado
La respuesta es sencilla: el mundo está inmerso en situaciones complejas, impredecibles y en un proceso continuo de transformación tecnológica (IV Revolución Industrial). Los modelos de liderazgo situacional y de liderazgo transformacional se revelan como los más adecuados.
Liderazgo Situacional
El liderazgo situacional es una teoría y modelo descrito por Hersey y Blanchard en los años 70. Sostiene que hay que hacer un juicio de la situación en la que se encuentra el equipo e ir adaptando el estilo de liderazgo a la misma. Ese juicio se hace en base a dos variables, el interés por las tareas a realizar y las relaciones con los colaboradores. De este modo, surgen cuatro estilos de liderazgo que se pueden ir mostrando según sea necesario:
- Directivo: alto interés por las tareas, con baja conducta de relación.
- Persuasivo: alto interés por las tareas y alta relación.
- Participativo: bajo interés por las tareas pero alta relación.
- Delegativo: bajo interés por las tareas y baja relación.
Estos estilos pueden ir fluyendo según el momento que atraviese la empresa, un proyecto, etc. Por ejemplo, el estilo directivo es adecuado con equipos recién incorporados y con tareas nuevas, desconocidas para el mismo. Si el equipo es nuevo, pero conoce la tarea, no requiere una supervisión tan directa y entonces el liderazgo más idóneo será el persuasivo. El primero debe transmitir seguridad y confianza, el segundo debe centrar sus esfuerzos en influir en el equipo y conseguir su mejor rendimiento.
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Igual con el estilo participativo, que es adecuado para fomentar una mayor relación, aumentar la motivación en base a que los colaboradores participen y tengan un rol más activo (el líder aquí se preocupa menos por las tareas y más por la relación). Puede parecer un estilo idóneo siempre, pero algún colaborador que no conozca a fondo la tarea a realizar puede sentir una mala experiencia con ello, al no tener directrices claras.
Por último, tenemos el estilo delegador, para equipos que puedan y necesiten ser completamente autónomos. Ante los continuos cambios a los que últimamente tienen que hacer frente las Organizaciones, disponer de líderes que sepan adoptar un estilo u otro, según las situaciones que vayan llegando y los equipos que haya, resultará un punto a favor y un valor seguro en los niveles de EX.
Liderazgo Transformacional
El liderazgo transformacional es un modelo definido por James McGregor Burns. Se trata de un estilo de liderazgo proactivo que funciona para cambiar la cultura de la organización, mediante la implementación de nuevas ideas y el desarrollo, empoderamiento y transformación de los equipos. Un líder transformacional va retando a los colaboradores a través de discrepancias con lo establecido y deseos de cambiarlo, propuestas de nuevas alternativas que ilusionen, uso de medios no convencionales e innovadores para conseguir el cambio.
Se trata de conseguir que su equipo se transforme, retándose a sí mismos y abrazando el cambio. Ni que decir tiene que, dados los entornos VUCA o BANI que estamos viviendo, y la velocidad con la que se está transformando el mercado con la digitalización, este modelo ha pasado a ser otro estilo de liderazgo absolutamente prioritario. Consigue cambiar valores y cultura organizacional, así como dotar de nuevas capacidades a los equipos, retándoles a enfrentarse a temas que hasta ahora les resultaban desconocidos. Los objetivos del grupo se ponen por delante de los individuales, pero siempre promoviendo una consideración individualizada para cada miembro. Este modelo también mejora la EX, puesto que genera un impacto directo en el desarrollo profesional y personal de los colaboradores.
Como vemos, existen modelos de liderazgo organizacional ya trabajados anteriormente que, permiten mejorar la EX. Tener un equipo de managers que sean conscientes de la importancia de la adaptación y que posean las habilidades necesarias para hacerlo bien, resulta prioritario en un mundo empresarial lleno de complejidad y transformación continua.
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Habilidades Clave para los Líderes Actuales
Por ello, los managers deberían no sólo coordinar tareas y proyectos, sino aportar una clara orientación a las Personas, siendo capaces de mostrar soft skills, tales como inteligencia emocional, escucha activa, adaptabilidad, orientación al cambio y gestión del mismo, impacto e influencia, capacidad para el desarrollo de otros, gestión de la incertidumbre, etc. Y, ante todo, saber transmitir confianza en momentos difíciles, servir de modelo e inspirar. Eso son ya los requisitos de los “mejores líderes”.
Las empresas tienen que trabajar en que sus Managers los cumplan, ayudarles en su propósito de guiar a los demás y facilitarles las herramientas y el desarrollo necesario para conseguirlo. El resto caerá en cascada, a través de una lluvia fina en la Organización, que hará que todas las Personas que la forman empujen a la misma en la dirección necesaria, sea cuales sean los cambios y las incertidumbres que aparezcan.
Estrategias para Fomentar Relaciones Interpersonales Efectivas
El ser humano es social, crece y se desarrolla en el contacto con los otros. La necesidad de mantener relaciones interpersonales satisfactorias y placenteras se desplaza a todos los ámbitos de pertenencia personal. En ese sentido, una situación laboral que aleje o incluso intoxique estas relaciones repercute negativamente en la percepción del trabajador hacia el entorno laboral y disminuye su satisfacción. Por otro lado, un entorno laboral con relaciones interpersonales efectivas fomenta el acercamiento y la cooperación.
Establecer buenas relaciones de equipo es crucial para obtener buenos resultados rápidamente. Por eso, dedicar tiempo desde el principio a crear un vínculo de confianza y humanizado, que, no obstante, espere y valore el buen rendimiento, ayudará enormemente a establecer la base sólida de un buen clima de grupo.
Estrategias para la Cohesión en las Relaciones de Compañerismo
- Escucha Activa: Dirigir las reuniones de forma que todos tengan voz y se sientan escuchados.
- Reconocimiento: Apreciar y reconocer las habilidades de los miembros del equipo.
- Respeto: Priorizar el bienestar y respetar los límites de los miembros del equipo.
- Actividades en Equipo: Crear actividades en equipo fuera del ámbito laboral.
- Valores Compartidos: Establecer valores consensuados y grupalmente valorados.
- Comunicación Abierta: Demostrar interés por el equipo, tanto personal como profesionalmente.
- Inteligencia Emocional: Ser capaz de reconocer y nombrar las emociones, tanto en uno mismo como en los demás.
Habilidades de Liderazgo Clave
Actualmente, la capacidad de liderazgo es una de las habilidades clave en las empresas.
Las 10 Competencias para un Liderazgo Efectivo
- Proactividad: Ser los primeros en poner en marcha nuevas ideas y metodologías.
- Liderar desde dentro: Poner el foco en las personas, conocer sus fortalezas y hacer que desarrollen su mejor versión.
- Planificación estratégica: Establecer objetivos alcanzables y trazar un plan para lograrlos.
- Saber delegar: Delegar tareas de forma efectiva para fomentar el trabajo en equipo.
- Gestión del cambio: Actuar como gestor del cambio y acompañar al equipo en el camino.
- Comunicación: Saber hablar, escribir y escuchar las necesidades del equipo.
- Empatía: Entender las emociones del equipo y adaptar la comunicación.
- Motivación e inspiración: Ser la fuente de motivación e inspiración para el equipo.
- Compromiso: Estar alineado con los objetivos y valores de la empresa.
- Gestión del éxito: Reconocer el trabajo bien hecho y hacer que el equipo se sienta valorado.
Las 5 Aptitudes Imprescindibles para Potenciar el Liderazgo
- Inteligencia emocional: Reconocer y comprender las emociones de los demás y gestionar las propias.
- Comunicación: Ser claro, transparente y comunicativo.
- Adaptabilidad: Mantener una actitud flexible y previsora.
- Soluciones creativas: Ingénier la mejor solución para cada situación.
- Pensamiento crítico: Plantearse los propios razonamientos y patrones de pensamiento.
¿Cómo Desarrollar las Competencias y la Capacidad de Liderazgo?
Si ahora crees que te falta desarrollar alguna de estas competencias, puedes conseguirlo con esfuerzo y dedicación. Es importante trazar un plan para desarrollarlas. Y, para empezar, es importante tener en cuenta lo que justo te venía diciendo: esfuerzo y constancia. Trabajar día a día en desarrollar estas cualidades es la base para conseguirlo.
Aspectos que puedes trabajar para desarrollar tu capacidad de liderazgo
- Pon en práctica la disciplina
- Asume más responsabilidad
- Aprende a delegar
- Analiza las situaciones
- Inspira y apoya a los demás
- Sigue aprendiendo
- Aprende a resolver conflictos
Tipos de Jefes y su Impacto
El jefe o líder es aquella persona que tiene una influencia significativa entre las personas que dirige. Se trata de una función esencial dentro de una organización, ya que es quien guía al equipo de trabajo. Sus funciones son de lo más diversas según el tipo de organización y garantizar la consecución de los objetivos organizativos, así como asegurar la estabilidad de la empresa, son siempre sus prioridades.
Conocer los diferentes tipos de jefes es importante en tanto en cuanto su labor y su estilo de liderazgo muchas veces determina la productividad y el ambiente de la empresa. Conocerlos permite potenciar los puntos fuertes y corregir aquellos que estén siendo un obstáculo para el buen curso de la compañía. Entender su forma de trabajar y actuar también le da pistas al trabajador sobre cómo actuar ante ellos.
Tipos de Jefes Comunes
- Autocrático: Comportamiento tiránico o dictatorial, controlando individualmente todas las decisiones.
- Democrático: Invita a todos los miembros del equipo a ser participativos en la toma de decisiones.
- Laissez Faire: Literalmente significa el que deja hacer. Es el colega, el amigo, el “vosotros decidís”.
- Transformacional: Inspirador y cargado de energía, “todo lo quiere hacer de alguna forma diferente”.
- Inseguro: Está presente pero no tiene ni idea de cómo resolver las funciones de un jefe y no ejerce como tal.
¿Qué es Ser un Buen Líder?
Ser un buen líder significa lograr que el equipo trabaje de manera efectiva tanto individualmente como en grupo, asegurando que se cumplan los objetivos comunes. En un entorno empresarial, el líder juega un papel crucial para que el departamento funcione, especialmente cuando el equipo está compuesto por personas con habilidades e intereses diversos. Una empresa necesita un buen líder para crear un clima laboral positivo y asegurar que los miembros del equipo se sientan cómodos y motivados, lo cual es esencial para alcanzar las metas organizacionales.
Cualidades y Habilidades de un Buen Líder
- Inteligencia Emocional: Generar confianza y fomentar una comunicación efectiva.
- Toma de Decisiones: Capacidad para tomar decisiones acertadas y resolver problemas de manera eficiente.
- Adaptabilidad: Estilo de liderazgo adaptable para motivar al equipo.
- Objetivos Comunes: Trabajar unidos por un objetivo común.
- Inversión en las Personas: El talento humano es la variable más importante y valiosa de cualquier organización.
- Potenciar el Talento: Es importante crear planes de carrera para cada una de las personas que trabajan contigo.
- Comunicación Clara: Es imprescindible trabajar la comunicación como elemento esencial para transmitir los valores a tu equipo.
- Escucha Activa: Implica observar y preguntar, flexibilidad y confianza, apertura y firmeza.
- Motivación y Entusiasmo: Estas cualidades de liderazgo ayudan a crear un ambiente de trabajo saludable, optimista y productivo.
- Predicar con el Ejemplo: Debes ser el primero en trabajar duro, en tomar las responsabilidades que amparan tu posición y a su vez, hacerlo con honestidad, ética y autenticidad.
- Innovación: La innovación en las funciones y la formación es esencial para que las empresas se mantengan competitivas y adaptables en un mercado en constante cambio.
- Proactividad: La proactividad es una cualidad esencial en un/a buen/a líder, ya que implica anticiparse a las necesidades y desafíos, tomando la iniciativa sin esperar a que surjan problemas.
- Resolución de Conflictos: La capacidad de resolver conflictos es una habilidad crucial para cualquier líder, ya que los conflictos son inevitables en cualquier entorno de trabajo.
- Creatividad: La creatividad es una cualidad indispensable para un/a buen/a líder, ya que permite generar nuevas ideas, innovar y sorprender tanto al equipo como a los clientes.
Beneficios de un Buen Liderazgo Empresarial
Gracias a la figura del líder en las empresas, éstas son capaces de aumentar su rendimiento y de mejorar el clima organizacional.
Los principales beneficios de un buen liderazgo empresarial son:
- Se motiva a los empleados.
- Se maximizan los beneficios de la organización.
- Se reduce el absentismo laboral.
- Se aumenta la productividad de la plantilla.
- Se mejora el trabajo en equipo.
- Se mejora la imagen de marca dentro y fuera de la empresa.
- Se cumplen los objetivos a corto, medio y largo plazo.
- Se resuelven los conflictos rápidamente.
- La empresa se adapta mejor a los cambios del entorno.
- Se mejora la competitividad de la empresa.
Ejemplos Inspiradores de Líderes en el Mundo de los Negocios
- Howard Schultz (Starbucks): Decidió contratar a 10.000 veteranos de guerra como personal, sabiendo lo difícil que es para ellos insertarse en el mundo laboral.
- Jack Welch (General Electric): Consiguió llevar a la cima a General Electric a través de su gran poder de liderazgo.
- Fred Smith (FedEx): Las capacidades intuitivas y carismáticas de Fred Smith como líder hicieron posible su éxito.
La Relación entre Liderazgo y Trabajo en Equipo
La capacidad de liderazgo y trabajo en equipo se complementan, ya que un buen líder no solo se centra en dirigir, sino también en motivar y fomentar la colaboración.
Estrategias para Fomentar el Trabajo en Equipo
- Establecer objetivos comunes: Cada persona debe tener una comprensión precisa de sus responsabilidades y tareas dentro del equipo.
- Fomentar la diversidad de ideas: Fomentar actividades regulares, como reuniones semanales, sesiones de brainstorming o incluso pequeños eventos de team building, ayuda a consolidar las relaciones entre los miembros del equipo.
- Recompensar el trabajo en equipo: Reconocer los esfuerzos colectivos es tan importante como valorar los logros individuales.
- Capacitación en resolución de conflictos: Los líderes deben saber cómo gestionar las tensiones y discrepancias de manera positiva para que no afecten el desempeño del equipo.
- Comunicación: La comunicación es un pilar fundamental para un liderazgo efectivo y la cohesión del equipo.
- Evaluación Periódica: Para desarrollar y mejorar continuamente la capacidad de liderazgo, es vital contar con mecanismos de evaluación y usarlos de manera regular.
En resumen, el artículo explora la importancia del liderazgo y las relaciones interpersonales en el entorno laboral, destacando modelos de liderazgo efectivos, habilidades clave para los líderes actuales y estrategias para fomentar un ambiente de trabajo positivo y productivo.